VALORES DEL MES: LEALTAD Y HONESTIDAD.

Querido alumno:

Tú eres parte fundamental de esta comunidad, por ello cada reflexión está pensada en ti y en tu familia. Este mes el valor a resaltar es la honestidad y la lealtad, ambos no pueden entenderse por separado y se entienden en una unión común que los hace inseparables. En lo cotidiano y sobretodo en lo concreto, son nuestros actos los que hablan de nuestra conducta honesta y leal, por medio de ellos somos auténticos y respetuosos con nosotros mismos y con los que nos rodean. Una conducta coherente, humilde y valiente con lo que somos y con lo que queremos ser el día de mañana, nos significan hoy asumir las consecuencias de nuestros actos frente a un trabajo, una evaluación , una actitud con mis profesores, con mis compañeros, con mis padres y o amigos. Muchas veces ocultamos información frente a un hecho el cual me incomoda, porque creemos que debemos ser leales con el grupo; eso es un arma de doble filo, porque en el fondo me estoy traicionando en mis valores familiares y en mi formación como ser humano. Recuerda que la primera persona con la que debes ser honesta y leal es contigo por lo que asumir una actitud de “no me interesa” es pasar a engrosar las filas del antivalor de la honestidad. Recuerda que en la vida todo es una consecuencia de lo que hacemos y pensamos. Con Cariño, Tía Eny.

Valor del mes: Paz y Justicia.

Quiero invitarlos a la siguiente reflexión:

Cuando hablamos de Paz y Justicia, necesitamos hablar del lo profundo que habita en el ser humano, ya que la tranquilidad que cada uno siente en su interior viene del equilibrio y del orden con que enfrenta la tarea encomendada sin traicionar sus valores ni su conciencia. Se construye día a día y se mantiene gracias a una férrea voluntad de realizar las cosas bien. Por otro lado, la justicia, que en palabras simples es dar a cada quien lo suyo, y de la cual Dios nos la recuerda con un mensaje de Esperanza  cada vez que nace un niño, nos ayuda a mantener una sociedad más caritativa y más feliz. La verdadera  Paz  sólo puede ser fruto del equilibrio  en nuestro corazón de la justicia con nosotros mismos.

 Ambos valores vividos en nuestro colegio se traducen en cosas simples como compartir con nuestro curso  las buenas ideas para una mejor convivencia, ofrecerme a ayudar a quien le cuesta algunas materias, respetar los turnos de participación en clases, estudiar lo necesario para subir mi NEM y no culpar a nadie si no lo he ido logrando, superarme y dar todo lo que está de mi parte para asegurar el éxito propuesto.

Como ves puede  vivir la Paz y  la Justicia cada día contigo mismo y  darle una nueva mirada, un nuevo significado comenzando por tu mundo interior y regalando un ejemplo cada día. La decisión es tuya.

Con Cariño, Tía Eny

 …SÓLO AMOR…

Queridos alumnos:

Esta Semana Santa, más allá de ser un período de reflexión o  una conmemoración, espero íntimamente que sea un momento en que todos reflexionemos sobre el significado del Amor y de su poder sobre los seres humanos.

Quisiera que cada uno de nosotros meditase sobre el Amor…, lo sintiera, lo viviera  y creyera en él. Recordemos que el Amor es el que nos mueve  cada día a ser los mejores, el Amor es lo que hace que cada uno de nosotros se sienta bien al lado del otro, él  nos permite compartir cada una de las cosas y de los acontecimientos de nuestra vida con la gente a la  que amamos. El Amor ayuda a escuchar atentamente a los otros, aun a costa de olvidarnos de nosotros mismos, nos permite abrazar y besar a aquellos que queremos sin distinción de sexo, raza o color,  nos hace sensibles a las inquietudes y problemas de los demás, nos hace jugarnos día a día por los seres amados que están en problemas y elimina el tiempo cuando es necesario que permanezcamos  al lado de los que nos necesitan. El Amor es el lazo de debe unir, con fuerza, a los miembros de una   familia. El amor nos salva.

Tiene sentido entonces, que Cristo nos haya dejado este máximo mandamiento: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Dejemos entonces  que el Amor, que sólo Dios nos da, nos inunde,  nos  comunique, nos resucite, nos comulgue y nos sane, siendo mejores compañeros, amigos, alumnos,  mejores padres y  madres, mejores hijos y   mejores maestros.

Bendiciones de Dios sean con ustedes,

Con cariño, Tía Eny.